Que os voy a contar de esta pareja.

Cuando eres fotógrafo de bodas siempre estas esperando que sucedan cosas que me hagan sentir emociones.

Empezamos con Laga, un hombre tranquilo y sereno. Junto a su hijo David, que es el lado opuesto. Imposible hacerle una fotografía. La verdad que me pase la sesión diciendo...David......David....

Luego llegó el turno de Rocío. Dinamita en estado puro. Nerviosa como ella sola, pero a la vez con una chispa y desparpajo que ya me gustaría poseer esas cualidades. Divertida, apasionada, que dice lo que piensa, ... vamos, ROCIO.

La verdad que fue un día inolvidable con risas a mogollón, donde sus amigos no dudaron ni un segundo en querer acompañarlos en todo momento.

Daros las gracias por como sois y por lo agradable que hicisteis mi trabajo. 

Dani